El niño agresivo

DEFINICION
La agresión es una reacción de lucha y sus componentes son:

• Falta de satisfacción.
• La rabia.
• La protesta.
• Cierta violencia o esfuerzo por cambiar las cosas.

Existen dos tipos:

• Directa, dirigida hacia la persona u objeto que le causa frustración.
• Indirecta, dirigida hacia otra persona u objeto distinto de la que desencadeno la frustración.

Formas de presentación:

1. Agresión física directa.
2. Agresión física indirecta.
3. Explosiones agresivas.
4. Agresiones verbales.

ETIOLOGIA
Factores desencadenantes:

1. La frustración.
2. Sentimientos de inseguridad.
3. La disciplina dura.
4. La sobredependencia.
5. Entrenamiento inadecuado.
6. Inconsistencia de los padres.
   - Cuando uno o ambos padres vacilan sobre alabar o criticas una conducta.
   - Cuando los padres tienen distintos puntos de vista sobre cómo educar al niño.
7. La imitación de los padres.
8. El niño rechazado.
9. Causas de tipo físico.

DIAGNOSTICO
La agresividad nace como un proceso de socialización natural inevitable. La combatividad es deseable en cierta medida pero si persiste impedirá su integración y debe considerarse un problema.
En niños menores de 3 años la expresan llorando, pataleando o con agresiones físicas como los mordiscos. A partir de los 4-5 años la expresión directa disminuye y aparece la indirecta que irá aumentando con el tiempo.
También existen diferencias según el sexo del sujeto, las niñas suelen seguir utilizando las directas mientras que en niños serán las indirectas las que asuman protagonismo.

TRATAMIENTO
No se debe hacer es castigar al niño mediante amenazas y mucho menos con pegarle. En algunos casos y solo como medida a corto plazo, se puede utilizar la técnica denominada time out, consiste en aislar al niño en el momento en que se manifiesta agresivo.
Para un tratamiento efectivo se deben de analizar las causas que generan esa conducta, a partir de él programar un tratamiento eficaz dirigido a los padres, con ello se ayudará a que disminuyan estos factores. La participación en algún grupo juvenil puede ser también un medio de
encauzar la agresividad.
La práctica de deportes o actividades en una asociación en la cual descubra el valor de la amistad, la necesidad de hacer las cosas en equipo hará que encauce la agresividad a lograr el bien común del grupo y así ganar.
En algunos casos resulta recomendable la práctica de actividades no necesariamente competitivas, como pintura, modelaje, etc., esto ayudará a distensionar y relajar al sujeto.